Desde ayer por la tarde, ya es público que el PSG abre la puerta a Mbappe a una venta en el caso de que se siga negando a renovar. Al Khelaifi reconoció que no concebiría que Mbappe dejase el PSG libre provocando un grave daño en las arcas del club parisino. Nasser apeló a la promesa de Mbappé de dejar un dinero importante en caso de salida. En definitiva, el presidente del PSG le echó toda la presión a Mbappe haciendo ver que sólo tiene la opción de renovar o salir, cuando en realidad existiría una tercera opción perfectamente legitima: quedarse y agotar su contrato.
El caso es que Nasser evidenció lo que ya está ocurriendo en los despachos: PSG y Fayza Lamari negocian los términos de una salida, pero aún sin acuerdo. El bono de fidelidad es la gran traba para que lleguen a un entente.
En el Madrid siguen a la espera, pero es innegable que el optimismo, que nunca será público, va en aumento. Florentino cree que se dan la condiciones para que el PSG ponga un precio si Lamari y su hijo se mantienen firmes en la idea de no renovar. Éste era el plan previsto desde hace meses y se está cumpliendo sin sobresaltos.
Optimismo en el Real Madrid
El Madrid está dispuesto a pagar una cantidad cercana a los 200 millones en concepto de traspaso y esa cantidad podría ayudar a facilitar el acuerdo de Mbappé y el PSG. Quizás el PSG deba ceder algo y Mbappe, por su parte, renunciar a parte del bono. Sólo así se evitarán un año muy complicado para ambas partes.
